Las
relaciones personales son un eje central en la vida de los seres humanos y por
ende la comunicación como parte central de esas relaciones. La comunicación
tiene varias funciones entre ellas: intercambiar información, satisfacer
necesidades del ser humano, fortalecer nuestro sentido de identidad como personas
y contribuir directamente a desarrollar todo tipo de relaciones. Esta
comunicación es más efectiva, enriquecedora y armoniosa si dentro de ella están
contemplados elementos básicos como la escucha activa. Escuchamos activamente cuando reconocemos y
valoramos a la persona con quien nos estamos comunicando, cuando escuchamos su
punto de vista aunque sea diferente del nuestro, cuando entendemos sus
intereses y los tomamos en cuenta, cuando reconocemos sus sentimientos, sus
valores y sus principios; es decir reconocemos la expresión única que
representa cada persona.
Para saber
escuchar y acompañar en la relación con las personas son importantes las
siguientes recomendaciones:
- Poner atención tanto a las palabras como al lenguaje no verbal, por ejemplo los gestos, la postura, el tono de voz.
- Enfocarse en el contenido de lo que escucha, especialmente detalles significativos que harán que la otra persona sienta que se tiene interés en ella.
- Responder al mensaje de la persona con retroalimentación, es decir, cuando sea adecuado, hacer un pequeño resumen o parafrasear lo que dijo (por ejemplo “lo que tu dices es que….”). Esto ayudará a tener mayor claridad en la comunicación y evita malos entendidos.
- Concentrarse en la persona a quien escucha y no en los pensamientos personales.
- Evitar hacer juicios y muchas preguntas, para que la persona no se siente enjuiciada ni interrogada en lugar de escuchada.
- Evitar hacer otra actividad (como usar el celular) mientras nos hablan. Enfocarse en ser capaz de situarse en el lugar de la otra persona.
- Expresarse con sencillez y claridad, evitando lenguaje rebuscado o fuera de lugar.
- Escuchar con paciencia, tolerancia a las diferencias y aceptación.
- Recordar que trasmitimos a la otra persona que lo estamos escuchando cuando: afirmamos con la cabeza, sonreímos, miramos a los ojos, no interrumpimos, y hacemos alguna pregunta que demuestra interés en lo que se nos está comunicando. De esta manera nos mantenemos conectados.
Miguel Ruiz
en su libro “Los cuatro acuerdos” explicó cuatro principios que son básicos en
toda relación humana. Los nombró
acuerdos, y estos son:
- Sé impecable con tus palabras.
- No te tomes nada personal.
- No hagas suposiciones.
- Haz siempre tu mejor esfuerzo.
Si tenemos
en cuenta estas recomendaciones, nuestras relaciones fluirán más fácilmente.
Finalmente
es importante estar atento a ciertas barreras que obstaculizan la
comunicación. Algunas de ellas son los
sentimientos de superioridad que hace que se tenga una actitud descalificante
con la persona que se escucha; la indiferencia, que ya desde el principio
trasmite al otro que no hay interés; el oído selectivo que hace que se escuche
solo porciones del mensaje. Finalmente
los prejuicios que no nos permiten percibir a la otra persona ni su mensaje en
forma objetiva y clara.
Recordemos
que la comunicación es una de las características básicas que tenemos como
seres humanos, es lo que nos mantiene conectados de una u otra manera, ya que
el ser humano es esencialmente parte de grupos a los que pertenece. Por ello es vital darle a la comunicación la
importancia que merece.